sábado, 30 de abril de 2011

HOMENAJE A JUAN PABLO II



Minas, 28 de abril de 2011

Queridos hermanos:

Con alegria en el Señor Resucitado, tengo el gusto de invitarles a las celebraciones que, con motivo de la Beatificación del Papa Juan Pablo II, viviremos en nuestra ciudad, según el siguiente programa:

DOMINGO 1 DE MAYO , HORA 19: Solemne Eucaristía presidida por el Señor Obispo de Minas, Mons. Jaime Fuentes en la Catedral de la Inmaculada Concepción de Minas;

SÁBADO 7 DE MAYO, HORA 16 : Homenaje al Beato Juan Pablo II en el Teatro Lavalleja. Conferencia de Mons. Jaime Fuentes: "Un Papa Santo en Uruguay", Proyección de la película: "Karol, el hombre que llegó a ser Papa"
Esperamos contar con la presencia de todos ustedes en ambas celebraciones, le expreso mi cordial saludo en Cristo Resucitado
P. Pablo Graña Eluén 

jueves, 28 de abril de 2011

Esta es la semblanza biográfica oficial de Juan Pablo II

La que será leída ante el Papa Benedicto XVI el domingo 1 de mayo de 2011 pidiendo su beatificación
Karol Jozef Wojtyła nació en Wadowice (Polonia), el 18 de mayo de 1920. Fue el segundo de los dos hijos de Karol Wojtyła y de Emilia Kaczorowska, que murió en 1929. Su hermano mayor Edmund, de profesión médico, murió en 1932 y su padre, suboficial del ejército, en 1941.
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A los nueve años recibió la Primera Comunión y a los dieciocho el sacramento de la Confirmación. Terminados los estudios en la escuela media de Wadowice, en 1938 se matriculo en la Universidad Jagellonica de Cracovia.
Cuando las fuerzas de la ocupación nazista cerraron la Universidad en 1939, el joven Karol trabajo (1940-1944) en una cantera y en una fabrica química de Solvay para poder mantenerse y evitar la deportación a Alemania.
Sintiendo la llamada al sacerdocio, a partir de 1942 siguió los cursos de formación en el seminario mayor clandestino de Cracovia, dirigido por el cardenal Arzobispo Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del “Teatro Rapsódico”, también este clandestino.
Después de la guerra, continuo sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellonica, hasta su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar en Cracovia el 1 de noviembre de 1946. Seguidamente, fue enviado por el cardenal Sapieha a Roma, donde obtuvo el doctorado en teologia (1948) con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de san Juan de la Cruz. En este periodo –durante las vacaciones– ejerció el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos en Francia, Bélgica y Holanda.
En 1948, regreso a Polonia y fue coadjutor, primero, en la parroquia de Niegowić, en los alrededores de Cracovia, y después en la de San Florián, en la ciudad, donde fue también capellán de los universitarios hasta 1951, cuando retomo sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953, presento en la Universidad Católica de Lublin una tesis sobre la posibilidad de fundamentar una ética cristiana a partir del sistema ético de Max Scheler. Mas tarde, fue profesor de Teología Moral y Ética en el seminario mayor de Cracovia y en la Facultad de Teología de Lublin.
El 4 de julio de 1958, el Papa Pió XII lo nombro Obispo Auxiliar de Cracovia y titular de Ombi. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958, en la catedral de Wawel (Cracovia), de manos del arzobispo Eugeniusz Baziak.
El 13 de enero de 1964, fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, que lo crearía Cardenal el 26 de junio 1967.
Participo en el Concilio Vaticano II (1962-65) dando una importante contribución a la elaboración de la constitución Gaudium et spes. El Cardenal Wojtyła participo también en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos, anteriores a su Pontificado.
Fue elegido sucesor de San Pedro, con el nombre de Juan Pablo II, el 16 de octubre de 1978, y el 22 de octubre inicio su ministerio de Pastor universal de la Iglesia.
El Papa Juan Pablo II realizo 146 visitas pastorales en Italia y, como Obispo de Roma, visito 317 de las 332 actuales parroquias romanas. Los viajes apostólicos por el mundo –expresión de la constante solicitud pastoral del Sucesor de Pedro por todas las Iglesias– han sido 104.
Entre sus documentos principales, se encuentran 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 cartas apostólicas. Al Papa Juan Pablo II se le atribuyen también 5 libros: “Cruzando el umbral de la esperanza” (octubre 1994); “Don y misterio: en el cincuenta aniversario de mi sacerdocio” (noviembre 1996); “Tríptico romano”, meditaciones en forma de poesía (marzo 2003); “¡Levantaos, vamos!” (mayo 2004) y “Memoria e Identidad”
(febrero 2005).
El Papa Juan Pablo celebro 147 ritos de beatificación –en los cuales proclamo 1338 beatos– y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Tuvo 9 consistorios, en los que creo 231 (+ 1 in pectore) cardenales. Presidio también 6 reuniones plenarias del Colegio
Cardenalicio.
Desde 1978, convoco 15 asambleas del Sínodo de los Obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 asamblea general extraordinaria (1985) y 8 asambleas especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 [2] y 1999).
El 13 de mayo de 1981 sufrió un grave atentado en la plaza de San Pedro. Salvado por la mano maternal de la Madre de Dios, después de una larga hospitalización y convalecencia, perdono a su agresor y, consciente de haber recibido una nueva vida, intensifico sus compromisos pastorales con heroica generosidad.
En efecto, su solicitud de Pastor encontró además expresión en la erección de numerosas diócesis y circunscripciones eclesiásticas, en la promulgación de los Códigos de derecho canónico latino y de las iglesias orientales, en la promulgación del Catecismo de la Iglesia Católica. Proponiendo al Pueblo de Dios momentos de particular intensidad espiritual, convoco el Ano de la Redención, el Ano Mariano y el Ano de la Eucaristía, ademas del Gran Jubileo de 2000. Se acerco a las nuevas generaciones con las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud.
Ningún otro Papa ha encontrado a tantas personas como Juan Pablo II: en las Audiencias Generales de los miércoles (mas de 1.160) han participado más de 17 millones y medio de peregrinos, sin contar todas las demás audiencias especiales y las ceremonias religiosas (mas de 8 millones de peregrinos solo durante el Gran Jubileo del ano 2000), y los millones de fieles con los que se encontró durante las visitas pastorales en Italia y en el mundo; numerosas también las personalidades políticas recibidas en audiencia: se pueden recordar a titulo de ejemplo las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con Jefes de Estado, e incluso las 246 audiencias con Primeros Ministros.
Murió en Roma, en el Palacio Apostólico Vaticano, el sábado 2 de abril de 2005 a las 21.37 h., en la vigilia del Domingo in Albis y de la Divina Misericordia, instituida esta ultima por el. Los solemnes funerales en la Plaza de San Pedro y su sepultura en las Grutas Vaticanas fueron celebrados el 8 de abril.
Es beatificado por su sucesor, el Papa Benedicto XVI, el domingo 1 de mayo de 2011, segundo domingo de Pascua, día de la Divina Misericordia, en la Plaza de San Pedro de Roma.

miércoles, 20 de abril de 2011

CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO
Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS
DECRETO
SOBRE EL CULTO LITÚRGICO POR TRIBUTAR
EN HONOR DEL BEATO JUAN PABLO II, PAPA

La beatificación del venerable Juan Pablo II, de feliz memoria, que tendrá lugar el 1 de mayo de 2011 delante de la basílica de San Pedro en Roma, presidida por el Santo Padre Benedicto XVI reviste un carácter excepcional, reconocido por toda la Iglesia católica esparcida por el mundo entero. Teniendo en cuenta este carácter extraordinario, así como las numerosas peticiones en relación con el culto litúrgico en honor del próximo beato, según los lugares y los modos establecidos por el derecho, esta Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos se apresura a comunicar cuanto se ha dispuesto al respecto.
Misa de acción de gracias
Se dispone que en el arco del año sucesivo a la beatificación de Juan Pablo II, o sea, hasta el 1 de mayo de 2012, sea posible celebrar una santa misa de acción de gracias a Dios en lugares y días significativos. La responsabilidad de establecer el día o los días, así como el lugar o los lugares de reunión del pueblo de Dios, compete al obispo diocesano para su diócesis. Teniendo en cuenta las exigencias locales y las conveniencias pastorales, se concede que se pueda celebrar una santa misa en honor del nuevo beato en un domingo durante el año, o en un día comprendido entre los números 10-13 de la Tabla de los días litúrgicos.
Análogamente, para las familias religiosas, compete al superior general establecer los días y los lugares significativos para toda la familia religiosa.
Para la santa misa, además de la posibilidad de cantar el Gloria, se reza la oración colecta propia en honor del beato (ver anexo); las demás oraciones, el prefacio, las antífonas y las lecturas bíblicas se toman del Común de los pastores, para un Papa. Si el día de la celebración coincide con un domingo durante el año, para las lecturas bíblicas se podrán elegir textos adecuados del Común de los pastores para la primera lectura, salmo responsorial, y para el Evangelio.
Inscripción del nuevo beato en los calendarios particulares
Se dispone que en el calendario propio de la diócesis de Roma y de las diócesis de Polonia, la celebración del beato Juan Pablo II, Papa, se inscriba el 22 de octubre y se celebre cada año como memoria.
Sobre los textos litúrgicos se conceden como propios la oración colecta y la segunda lectura del Oficio de lectura, con el correspondiente responsorio (ver anexo). Los demás textos se toman del Común de los pastores, para un Papa.
En cuanto a los demás calendarios propios, la petición de inscripción de la memoria facultativa del beato Juan Pablo II podrán presentarla a esta Congregación las Conferencias episcopales para su territorio, el obispo diocesano para su diócesis, y el superior general para su familia religiosa.
Dedicación de una iglesia a Dios en honor del nuevo beato
La elección del beato Juan Pablo II como titular de una iglesia prevé el indulto de la Sede Apostólica (cf. Ordo dedicationis ecclesiae, Praenotanda n. 4), excepto cuando su celebración ya esté inscrita en el calendario particular: en este caso no se requiere el indulto y al beato, en la iglesia de la que es titular, se le reserva el grado de fiesta (cf. Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, Notificatio de cultu Beatorum, 21 de mayo de 1999, n. 9).
No obstante cualquier disposición contraria.
Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, 2 de abril de 2011.

Antonius Card. Cañizares Llovera,
Praefectus
Iosephus Augustinus Di Noia, o.p.,
Archiepiscopus, a Secretis

Homilia de Mons Jaime Fuentes, Obispo de Minas

 
         Es Martes Santo. Jesús está reunido con sus apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén y les habla en un tono como nunca lo había hecho. Se refiere a su partida de este mundo, habla de la traición de uno de ellos… Los apóstoles no entienden…

         ¿Estaría presente la Virgen en la Última Cena del Señor? Es muy posible que sí,  que estuviera en silencio, en un lugar cercano, acompañada por otras mujeres que seguían a Jesús. ¡Cómo serían los latidos de su Corazón al escuchar a su Hijo!

         Dios quiso que la Virgen participara plenamente en la obra de nuestra redención. En consecuencia, tuvo que seguir los pasos de Jesús: vivir la pobreza en el nacimiento, en Belén; la vida oculta en Nazaret; el momento en que Jesús manifestó su divinidad, en Caná; y todo lo que sufrió cuando iba camino de la Cruz y cuando Jesús murió en ella. Después, toda la felicidad: para siempre, en el Cielo, junto a su Hijo.

         María Santísima nos precedió en la imitación de Jesús y su glorificación en el Cielo es la esperanza firme de que también nosotros podremos llegar a ella. La Virgen no se va al Cielo para desentenderse de nosotros: TODO LO CONTRARIO. Cuando estaba el pie de la Cruz Jesús nos la entregó por Madre y desde entonces Ella cuida de cada uno de sus hijos como si fuera el único que tiene…

         Una muestra evidente de sus desvelos maternales es esta fiesta de hoy, que tiene un marco muy especial que es necesario destacar.

         En nuestra patria estamos festejando los 200 años desde que comenzó el proceso de emancipación, que culminó con la declaración de nuestra independencia. Rendimos homenaje a aquellos hombres y mujeres que lucharon por ese ideal de formar el pueblo libre que somos hoy. Y todos nosotros, que hemos venido a venerar a nuestra Madre, la Virgen del Verdún, lo hacemos con un profundo sentimiento de gratitud: porque hoy se cumplen nada menos que 110 años desde que fue bendecida esta imagen de la Purísima Concepción que se levanta en la cumbre del Cerro. Celebramos 200 años del proceso de nuestra independencia; y con el mismo y aún mayor fervor, celebramos 110 años de nuestra dependencia de la Madre de Dios y Madre nuestra que desde su Cerro del Verdún intercede por sus hijos uruguayos.

         ¿Cómo ha sido posible este fenómeno de piedad nacional, que se ha verificado a lo largo de tantas generaciones de nuestro pueblo? ¿Qué pasó en este lugar, para que mujeres y hombres uruguayos vengan a él cada 19 de abril a buscar a la Madre, para agradecerle, para rogarle?... ¿Quiso aparecerse aquí, como lo ha hecho en otros lugares del mundo, como Lourdes o Fátima? No, no ha habido ningún hecho extraordinario. Sin embargo, todos tenemos experiencias indudables de la intervención maternal de María Santísima en nuestra vida: se trata de favores menudos o grandes, de solución de problemas personales o familiares de salud, de trabajo, de amores… En fin, se trata de toda la gama de necesidades concretas que cualquier hijo confía a su Madre, con la seguridad de que ella encontrará el modo de resolverlos. En definitiva, todos somos deudores de gratitud a la Virgen, que interviene ordinariamente y hasta de modo extraordinario, si hace falta, en nuestra vida. Por eso, hoy le decimos GRACIAS DE CORAZÓN.

         Al mismo tiempo, conscientes de que somos herederos de una tradición riquísima de piedad mariana, sentimos el deber de continuar transmitiéndola a los hijos, a los nietos, a los amigos… Han pasado 110 años desde que una peregrinación de más de 3.000 personas, presidida por Monseñor Mariano Soler llegaron aquí y veneraron a la Virgen por primera vez. La idea de colocar la imagen fue de un sacerdote, el P. José de Luca, que transmitió su ilusión a los propietarios del Cerro, el matrimonio formado por don Pedro Dartayete y doña María Ariza. Ellos aceptaron encantados la idea y, además de donar estos terrenos, colaboraron con entusiasmo en la obra de edificación del templete. Les damos las gracias…

         En setiembre del año 1900, el periódico de Minas “La Paz católica” adelantaba el motivo por el que se iba a colocar la imagen de la Virgen en el Cerro del Verdún: Será un cristiano recuerdo del siglo XIX y en los albores del XX. Será un homenaje a Cristo Redentor y a su Inmaculada Madre, y el primer acto de esta índole que se realiza en la República  y que honra mucho a nuestro departamento.

Corría el año 1901, se estaba estrenando el siglo XX, y nuestro joven país entraba ya por los caminos del desarrollo económico y social, no sin dificultades sangrientas como las revoluciones de 1903 y 1904. En el plano de las ideas, es la época del racionalismo, del liberalismo, de un espíritu anti clerical que terminaría en la completa separación de la Iglesia y el Estado, en 1917.
Han pasado 110 años y la historia de nuestra sociedad uruguaya ha conocido épocas mejoras y peores que no es del caso profundizar aquí y ahora. Pero sí hay que decir que la Iglesia, que formamos todos los hijos de Dios que hemos recibido en ella el santo bautismo, en cada periodo de nuestra historia hemos encontrado en la Virgen, Madre de la Iglesia, fortaleza y serenidad, apoyo y esperanza.

Hoy estamos en uno de esos momentos en los que el recurso a la Virgen se hace especialmente necesario. No podemos olvidar cómo el Papa Juan Pablo II, que dentro de pocos días va a ser proclamado Beato, nos animaba en su Carta sobre el Rosario a rezarlo con fe, pidiéndole a la Santísima Virgen por dos intenciones particulares: la paz en el mundo y la familia. Quisiera encomendarle a Nuestra Madre del Verdún, que cuide a nuestras familias y, más aún, que interceda por la misma institución de la familia, que es la base de la sociedad.

 Estamos en un momento en el que se hace necesario tener claridad de juicio, sabiduría, ya que de distintas maneras, de hecho –no juzgo las intenciones- es fuertemente agredida. En primer lugar, es urgente defender la familia, porque una ley pretende dar carta libre a que cualquier madre pueda eliminar al hijo que lleva en su vientre.

Es importante reflexionar. Hoy se cumplen 6 años de la elección del Santo Padre Benedicto XVI –que la Virgen nos lo conserve muchos años más- que permanentemente nos invita a pensar. Decía el año pasado: Hay tendencias culturales que tratan de anestesiar las conciencias con motivaciones presuntuosas. Respecto al embrión en el seno materno, la ciencia misma pone de relieve su autonomía capaz de interacción con la madre, la coordinación de los procesos biológicos, la continuidad del desarrollo, la creciente complejidad del organismo. No se trata de un cúmulo de material biológico, sino de un nuevo ser vivo, dinámico y maravillosamente ordenado, un nuevo individuo de la especie humana. Así fue Jesús en el seno de María; así fue para cada uno de nosotros, en el seno de nuestra madre. (…) No existe ninguna razón para no considerarlo persona desde su concepción (Vísperas I Domingo de Adviento 2010).

  En esa misma línea, hace poco más de dos años el entonces Presidente Tabaré Vázquez, profesional médico de prestigio, vetó la despenalización del aborto, explicando que la ciencia revela de manera evidente (…) la realidad de la existencia de vida humana en su etapa de gestación (…) Desde el momento de la concepción hay allí una vida humana nueva, un nuevo ser. Podemos preguntarnos: ¿ha cambiado la ciencia en estos dos años, de tal manera que ese argumento científico ya no tiene valor? Continuaba el ex –Presidente: El verdadero grado de civilización de una nación se mide por cómo se protege a los más necesitados. Por eso se debe proteger más a los más débiles. Porque el criterio no es ya el valor del sujeto en función de los afectos que suscita en los demás, o de la utilidad que presta, sino el valor que resulta de su mera existencia.

Si siguiera adelante este proyecto de ley que se encuentra a estudio en nuestro Parlamento, cada uno deberá tener bien claro en su conciencia, que aunque cien parlamentos aprobaran una ley de ese estilo, el aborto no dejaría de ser un gravísimo delito, una gran ofensa a Dios. Sigue en pie la propuesta que hacía el Presidente Vázquez, a quien nombro expresamente para hacer ver que el problema del aborto no es un asunto religioso, sino que es el más humano de los problemas: decía: para resolverlo, lo más adecuado es buscar una solución basada en la solidaridad que permita promocionar a la mujer y a su criatura, otorgándole la libertad de poder optar por otras vías y, de esta forma, salvar a los dos.

Trabajar en defensa de la familia quiere decir también respetar su principio básico, que es el matrimonio. El matrimonio ha sido, es y siempre será exclusivamente la unión conyugal entre un hombre y una mujer, que comparten su vida formando una comunidad de amor abierta a la generación de nuevas vidas. Que haya otro tipo de uniones y que la ley vea oportuno regularlas es otro tema, pero sería una profunda ofensa cívica pretender igualarlas con el matrimonio. Matrimonio viene de MATRIS, madre, y MUNUS, oficio, papel… Matrimonio, por propia definición, es apertura a la maternidad.

Le pido a la Virgen que nuestros gobernantes tengan sabiduría, que piensen en el verdadero bien de los ciudadanos, sin dejarse influir por corrientes ideológicas promovidas por organizaciones internacionales que juzgan a las personas según sus cálculos de beneficios económicos. Al mismo tiempo, le encomendamos a nuestra Madre del Cielo que nos dé fuerza apostólica para saber no sólo resistir, sino para difundir con claridad, serenamente y sin agresividad, el patrimonio invalorable de nuestra fe.

No queremos imponer a nadie nuestra visión de la vida; sí queremos y debemos proponerla con la convicción de que en ella se encuentra un tesoro de inagotable valor, que ha engendrado y sigue engendrando, en nuestro país como en todo el mundo, hombres y mujeres íntegros, comprensivos, sacrificados, generosos, que se preocupan  por el bien de los demás, que entienden la existencia como el tiempo que Dios nos da para conocerlo, amarlo y servirlo, para ser útiles a los demás y conquistar con su ayuda la vida para siempre.

Cuidemos la institución familiar y cuidemos la propia familia. El 1º de abril de 1987, en la inolvidable Misa celebrada en Tres Cruces, el papa Juan Pablo II nos decía: Ante las dificultades que puedan surgir dentro de la vida conyugal, no os dejéis desorientar por el fácil expediente del divorcio que sólo da apariencias de solución, pues en realidad se limita a trasladar los problemas, agravándolos, hacia otros ámbitos. Los cristianos saben que el matrimonio, indisoluble por naturaleza, ha sido santificado por Cristo, haciéndolo participar del amor fiel e indestructible entre El y su Iglesia (Ef 5, 32). Frente a las tensiones y conflictos que puedan aparecer, sobre todo cuando la familia está envuelta por un clima impregnado de permisividad y hedonismo, recuerde que  está llamada por el Dios de la paz a hacer la experiencia gozosa y renovadora de la reconciliación, esto es, de la comunión reconstruida, de la unidad nuevamente encontrada. De manera especial, mediante la participación en el sacramento de la reconciliación y en la comunión del Cuerpo de Cristo, las familias cristianas encontrarán la fuerza y la gracia necesaria para superar los obstáculos que atentan a su unidad,  no olvidando además que el verdadero amor se acrisola en el sufrimiento. Un año más tarde, cuando volvió a nuestro país, insistía: ¡La fidelidad no se ha pasado de moda! Podéis estar seguros de que son las familias verdaderamente cristianas las que harán que nuestro mundo vuelva a sonreír.

A lo largo del día de hoy, subiremos el Cerro para ir a buscar a la Virgen y en Ella encontraremos, como siempre, a la Madre buena que se alegra un año más de ver a sus hijos… Junto con las intenciones que cada uno le llevará, les ruego que tengan presente lo que acabo de decir. Tenemos mucho que hacer: estamos celebrando el Bicentenario del proceso de independencia de nuestra patria, que “nació católica”, como el mismo Juan Pablo II nos repitió. Demos gracias a la Virgen del Verdún por lo que hemos logrado como país en estos dos siglos y por los 110 años de cuidados maternales que ella brinda a sus hijos uruguayos en este lugar. Quisiéramos que hoy fuera un día para comprometernos en tener una dependencia aún mayor con la Virgen, con la seguridad de que su Inmaculado Corazón triunfará, como Ella lo aseguró en Fátima.

Que Ella nos lleve a Jesucristo, Nuestro Señor, Príncipe de la Paz y Rey del universo. Que así sea.


miércoles, 6 de abril de 2011

Sexto Aniversario de la Pascua de Juan Pablo II



El pasado 2 de abril, se conmemoraba un nuevo aniversario del fallecimiento de Juan Pablo II, el papa que nos dejó un gran legado y nos enseñó a estar cada ves más cerca de Jesús. Hoy nos vamos preparando para el gran acontecimiento que con gran alegria esperamos todos los cristianos el 1 de mayo como es sabido el Santo Padre Benedicto XVI  beatificará a su precesor.
Personalmente rezaba la imagen que él tenia cuando se celebraba el via crucis a unas horas de su muerte y pensaba cuantas cosas le habria tocado cargar  durante su pontficado. Hoy quiero dar gracias a Dios por su testimonio y entrega por los demás y sobre todo por esa cercanía que tenia a los jóvenes, pidiendo también que surgan santas vocaciones al sacerdocio, la mies es mucha y los obreros son pocos y que también rezamos para poder llegar al ministerio podamos hacerlo



"NO TENGAN MIEDO ABRIR LAS PUERTAS DE PAR EN PAR A CRISTO..."

martes, 5 de abril de 2011

TESTIMONIO DE UNA MUJER HUMILDE QUE PARTIÓ A LA CASA DEL PADRE


Hace 15 días que despedimos a una gran mujer, humilde, sencilla, que supo enseñarnos a todos desde el silencio lo importante que es la familia y la amistad.
Hoy sale de mi corazón dar gracias a Dios en primer lugar por la familia que mis bisabuelos Ramón y Secundina construyeron y donde nacieron 7 hijos: Magdalena(mi abuela), Zoilo, Neris, Helvecia, Viola, Wilma y Tia Iraida que hoy balconean todos juntos en el cielo.
Quiero dar gracias a Dios también por la familia que el tio Juan y la Tia Iraida formaron donde fruto de ese amor nacieron Iris Mabel y Daniel y compartieron más de 50 años de matrimonio.
También dar gracias a Dios por todos los años compartidos, las alegrias, las reuniones familiares y de amigos y sobretodo el cariño y siempre con las puertas abiertas de su casa para quienes quieran llegar.
Se podria decir tantas cosas de ella.
En primer lugar una gran mujer, una gran esposa, una gran madre y abuela, una gran tia y amiga y sobretodo una gran luchadora por vivir.
Una mujer observadora que desde el silencio y con su mirada nos enseñaba y nos animaba a seguir adelante.
Hoy a partido a la Casa del Padre una joya que sin lugar a duda la vamos a extrañar, pero nos ha dejado un gran legado que es la unión de la familia y el tener un  corazón abierto, para ayudar a quienes más lo necesita sin mirar cual es su condición social o racial.
No es fácil para mi hablar en estos momentos, pero quiero decirte tia Iraida hoy en el dia de tu partida. GRACIAS por haber sido parte nuestra, por los gestos compartido y sobre todo tu humildad y sencillez.
Estoy seguro que hoy te has encontrado con el amor de tu vida Juan, con tus padres, hermanos y sobrinos.
En esté uñtimo tiempo viviste la experiencia de la fe de compartir con un grupo de vecinas que rezaban el Santo Rosario y estoy convencido que la Virgen Maria  venido a buscarte con un ramo de rosas y llevarte al encuentro con el Señor.
Gracias a los amigos, y vecinos que la acompañaron y por tantos gestos de amor hacia ella.
Ojalá que todos podamos aprender a que como dice una canción " Quiero brindar por mi gente sencilla, por el amor y por la familia"
DESCANSA EN PAZ, por la misericordia de Dios.